Tarik Demirkan, En su primera novela escrita para niños, ella Bartin y Amasra Mientras los invita a unas vacaciones de verano llenas de misterio, historia y aventura en su impresionante geografía, los lleva a un viaje misterioso en nuestra historia reciente y lejana.

Eda y Seda, hermanas gemelas que viven en Budapest, van a Bartın, donde nació y creció su padre, por primera vez durante las vacaciones de verano. La cálida hospitalidad de Arzu Teyze, el placer de conocer a sus primos Berk y Mutlu y el encanto del pueblo son como los heraldos de buenos tiempos. En la primera noche visitan a Nine, el miembro mayor de la familia, Zeynep Nine les cuenta la historia de la mansión heredada de sus bisabuelos, donde pasó su vida. Fascinados por la historia, los niños están a punto de descubrir que la antigua mansión también tiene una historia que contar y guarda secretos que datan del siglo III a.C.

“Cuando los niños empezaron a mirar a su alrededor para encontrar algo más que hacer y quitarse la atmósfera del cuento que estaban escuchando, se escuchó la voz de Eda:

'Abuela Zeynep, si es posible, queremos dormir en esa habitación esta noche'.

Tras las palabras de Eda, un silencio volvió a descender sobre la habitación, quizás incluso más profundo que antes. Seda estaba observando lo que estaba pasando, tratando de predecir a dónde conduciría. Aunque no creía en tales cuentos, la atmósfera misteriosa de esta mansión y lo que dijo Nine Zeynep también lo impresionaron. Pero también sabía muy bien que tenía que defender la decisión de su hermano. Fuera lo que fuera, sería. Iban a pasar la noche en esa habitación, que se decía que no estaba embrujada. ¡Solos por su cuenta! Eda habló por los dos.“